jueves, 16 de febrero de 2012

He seguido tus huellas

He seguido tus huellas a lo ancho del mar,
he seguido tus huellas por toda la ciudad,
como un fuego fatuo
te creí encontrar en el ave cantora
que de forma fugaz, nos deja su concierto,
llega rauda y se va.

He buscado tu imagen, sin poderla encontrar,
en las nieves de invierno,
en el calor del hogar,
en el niño que quiere conocer la verdad,
en el joven que busca
justicia y libertad.
La alegre primavera no te ha visto pasar.

Pregunté a las rosas y a la tempestad,
pregunté a la luz
y a la oscuridad,
nadie sabe si existes
o eres eco al llegar.
Algunos han oído tu nombre,
esperado tu afán,
pero no hay certeza de que seas leal.
El verano tramposo, dice, te ha sentido vagar,
caminabas despacio, siguiendo el ritual
que siguen los que mueren
cuando al otoño van.

Carmen Agún González
Publicado en la Revista Prímula (Junio 2012)

martes, 7 de febrero de 2012

Amanece en Bratislava


El tren iba ligero, como una pluma al viento,

buscando su camino de plata entre las sombras.
La ilusión del viajero dormía en las literas,
reposaban los cuerpos rotos por el cansancio,
y yo, desde el pasillo, adelantando el tiempo,
como un ave nocturna a la luna miraba,
quizá en algún lugar, tú también la mirases.
 
Poco a poco en el cielo
el milagro diario comenzó a realizarse, 
más rápido que nunca,
el sol majestuoso acortaba distancias
con el azul planeta,
como si dos amantes, a la cita
acudieran, después de mucho tiempo
sin poder olvidarse.
 
Y sentí tanta envidia en aquel gran instante...
que quise ser la Tierra y poder abrazarte,
sobre las grandes cúpulas y las altas agujas,
a través del Danubio y los barcos mercantes,
y envolverme contigo como te envuelve el aire.

 
Carmen Agún González

lunes, 6 de febrero de 2012

Antígona o el deber cumplido


No naciste para el odio
Ni fuiste Caín en vida,
Incumpliste de Creonte
La injusticia fratricida
Y así llegaste a la cumbre
De buena ciudadanía.
Fuiste valiente y humana,
Independiente y vital,
Cumpliendo con tu deber,
Con tu deber fraternal.
Te opusiste a los hombres,
A sus normas y a sus leyes
Sin rehuir el conflicto 
De ser mujer de tu época.
Te opusiste al Estado
De los tiranos del pueblo,
De sus prejuicios caducos,
Y sólo a los propios dioses
Seguiste en su camino,
Persiguiendo la utopía,
Siempre, del deber cumplido.

Carmen Agún González