viernes, 9 de agosto de 2019

Barcelona 1939




Nada dicen de ti
los besos de manzana que ilustraron tus pómulos.

Nada
la luna que escanciaba entre tus labios
el generoso haz de una sonrisa.

Nada
la insólita chiquilla que guardaba
cada ración de pan
para los suyos;
un mendrugo diario entre las sábanas
del catre militar que, en la excepción
que la emergencia dicta en circunstancias
de conflictos civiles,
acogiera tu cuerpo.

Un cuerpo de avecilla
atropellada
tras la última carrera
recién ganada al hambre,
por un cesto de higos.

Golondrina casual y accidentada,
tuviste tu lugar
entre los cuerpos
de soldados heridos,
lo mismo que lo tiene un relicario
en la pechera de sus uniformes.

Barcelona. Verano
del año 39.
            El propio capitán frente a la marcha
forzada del convoy republicano
que arrolló, sin querer, tu vuelo al ras,
detuvo su camión, te cogió en brazos
y vendó tu rodilla con el pañuelo rojo que anudaba
la voz a su garganta.

Nada dicen de ti.
Nada comentan
las crónicas de un tiempo
que no me pertenece más que el margen
inédito o velado
de las fotografías
desde donde me miras
y te miro
con un vestido blanco
de campana
que redobla tu risa
y da la vuelta
envolviendo tu infancia
como un lirio.

Autora: Carmen Felisa Rueda Rodríguez
XXXII Premio Internacional de Poesía Villa de la Roda 2019 (Albacete) 


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