Me quedé y olvidé todo,
la cabeza descansó sobre su hombro,
perdida la razón, sólo el corazón obedecía.
Todo lo aplacé, lo puse a un lado,
y con las flores que traía, dejé en el olvido mi cuidado.
LEJANÍA
Ya no añoro tu regreso.
Amarte en la distancia
es mejor que vivir, bajo
tu dominio y desgana.
A LA MUERTE
Tómame pletórica;
ni abatida, triste o desconfiada.
Ven cuando sea feliz
¡Que me quede con gana de sentir…!
Acércate brusca,
arrebátame los placeres
y suéltame en el olvido.
AUTORRETRATO
Soy el número diez millones, siete tres ocho…
Ese eslabón de la cadena
donde las manos se enlazan,
perdida isla en el océano,
roma arena de la playa
que el mar va a besar.
Pero con unas formo la playa,
con otros la humanidad.
Ana Trelles
Publicados en la revista Prímula (24 junio 2011)
Enhorabuena por tus poemas, Ana. Rezuman sensibilidad. Pili
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