lunes, 6 de febrero de 2012

Antígona o el deber cumplido


No naciste para el odio
Ni fuiste Caín en vida,
Incumpliste de Creonte
La injusticia fratricida
Y así llegaste a la cumbre
De buena ciudadanía.
Fuiste valiente y humana,
Independiente y vital,
Cumpliendo con tu deber,
Con tu deber fraternal.
Te opusiste a los hombres,
A sus normas y a sus leyes
Sin rehuir el conflicto 
De ser mujer de tu época.
Te opusiste al Estado
De los tiranos del pueblo,
De sus prejuicios caducos,
Y sólo a los propios dioses
Seguiste en su camino,
Persiguiendo la utopía,
Siempre, del deber cumplido.

Carmen Agún González

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